ELLA Y EL ACABE QUE NO. Subir a un escenario a hacer teatro es no poder actuar en la vida como cada Una cree que debiera, como persona hembra. Algo semejante al arte, a la creación, a la autoría creacional de cosas, objetos, imágenes por ejemplo. . Por eso en la Mujer el flirteo entre mujeres parece más fácil porque ahorra el “trabajo”, el esfuerzo, la mochila, la carga de tener que sentir a un varón masculino que hasta tal vez no sepa cómo hacerse sentir, lo que mete miedo, también. No es simple, es complejo. No es complicado, es complejo.
Escribe (complejo)
sobre la Complejitud Mujeril
AMILCAR MORETTI
El dejarse de estar del calor en la escena, pero para sumergirse en la ausencia. El que actúa (finge, acusan) es el otro. La otra, yo, no necesito fingir dado que no siento. Actúo, hago como que sí. Así como es fácil para una mujer simular un orgasmo, o algo que por afuera diga en un rostro que se siente y gima o haya ese aaaahhhh!!!! que el otro ayuda a creer que él es efectivo, nada más que para no pasar por tonto. “No me convoca el mucho enrosque para algo tan simple”, tan “natural”. Pero es lo que pasa con la Mujer, la Gran Actriz: lo que hace es acabar en escena, mientras representa. Se puede masturbar o no, la pueden masturbar o penetrar o no, no interesa, porque lo que vale es lo que ve el otro (y LA otra, ya). Para la actriz es así y de allí la histeria que bordea la deshidratación para no caerse en el raye de lo real. La actriz no “acaba” nunca de gozar de lo amatorio, en cualquiera de sus formas, porque la mujer es, esencialmente actriz, y la acxtriz es mujer. Piénsenlo: no por nada los antiguos no dejaban actuar en el teatro a las mujeres, los papeles y personajes femeninos los hacían (y lo hacen en formas de teatralizaciones orientales) Ellos, también. Para ellas si lo sentís abajo, en la tierra, es difícil que lo sientas igual arriba, en el escenario. Y ahí, en la tierra diaria, ella tiene que recrear, creerse el como sí o forzar los límites. Pedir lo imposible y creerse que se lo ha logrado. También es probable, o seguro, que dejar hacer y hacer como que sienten, Ella, Ellas acerquen al final, alcancen ese cosquilleo de principio del que nada se sabe qué es porque en verdad se le tiene miedo. Subir a un escenario a hacer teatro es no poder actuar en la vida como cada Una cree que debiera, como persona hembra. Algo semejante al arte, a la creación, a la autoría creacional de cosas, objetos, imágenes por ejemplo… Por eso en la Mujer el flirteo entre mujeres parece más fácil porque ahorra el “trabajo”, el esfuerzo, la mochila, la carga de tener que sentir a un varón masculino que hasta tal vez no sepa cómo hacerse sentir, lo que mete miedo, también. No es simple, es complejo. No es complicado, es complejo. Es la complejitud de la Mujer. Y ellas no necesitan entenderse, les basta con saber que pueden evitar sentirlo, angustia o malestar del martirologio, es la moral vulgar de lo paulino (1). Y la astucia boba, no otra cosa que miedo, mucho temor, la argucia preadolescente de sacristía y boliche nocturno o carpa de mochilera es invocar la maraña, porque si renunciás a confrontarte entonces sí todo es una “maraña que te complica la vida”. La maraña es no entender, mejor, no querer entenderse. Hay que ser simples y traducen la simpleza, según dicen ellas, en negar el “enrosque”, la “maraña” de mensajes que lanza cada una, cada uno, entre sí. Como si Ellas fueran simples cuando en verdad son complejitud pura para el varón masculino y para la otra mujer, ¿o creés que no?, ellas cultivan sin querer la complejitud por no meterse en la maraña de entenderse sin justificarse. Todo con tal de evitar aquello en lo que Ellas sospechan que podrían haber comenzado a aclarar algo placentero (que dé placer al otro al tiempo que a una misma, y al revés) y justamente por eso le rehúyen con la cabeza haciendo teatro. No del todo, claro. No del todo. Se trata de olvidar aquello que se desea.
NO ES PARA CUALQUIERA LA BOTA E´POTRO. Y NO VALE “EXPLICARLO” PORQUE SI NO SE ENTIENDE ES QUE NO HAY NADA QUE EXPLICAR
(1) “Se recibía las mujeres con talante de igualdad (es el cristianismo paulino, con sus antecedentes rabínicos, el que instituye la gran barrera)”
(en la pág.45 , “Lluvia de fuego” de GEORGE STEINER en “LECCIONES DE LOS MAESTROS”, de Ediciones Siruela del Fondo de Cultura Económica, del 2003.2004-2007, impreso en Colombia)
1 Comentarios
Maestro de nueva cuenta sus imágenes son bellas , como hermosas sus musas , que acaso como apunta entender a la Mujer no es Complicado, es Complejo , haci sus sueños , sus delirios, captados por su lente maestra son complejas y sencillas a la vez , el contraste , las sombras, el vértice de lo plano y lo hexagonal de la materia , Salud Maestro , Gracias por sus Sueños y su pluma incisiva.