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Miedo a volar, sombras de Grey. Fotos por AMILCAR MORETTI de María Florencia Davidovich y modelo

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LAS BENDITAS SOMBRAS DE GREY

Dakota Johnson en "50 sombras de Grey"
Dakota Johnson en “50 sombras de Grey”

 

 

 

 

Escribe
AMILCAR MORETTI

Viernes 27 febrero 2015
Argentina

 

 

 

 

                             Las sombras de Grey, 50, o 100, yo diría muchas menos que las que es posible imaginar y bastante más de lo que puede fantasear el público medio femenino (y hombres también, tal vez no en este caso específico de cine, pero con similares limitaciones formativas. No hay educación infantil para el placer sexual en la madurez, el único placer válido, y de allí la progresión de los químico capitalista, adictivo y destructor. El sexo no es una adicción, como dicen los norteamericanos encajonados en el síndrome, antifreudianos por autodefensa). Esas “sombras” -en el género de consumo y solo para referir lo cercano- ya estuvieron a principios de los años 70 del siglo pasado en “Miedo a volar”, novela publicada en 1973, escrita por la norteamericana Erica Jong, graduada en literatura inglesa en la universidad de Maryland.  Tanta fue su repercusión que por años “recordé” que se había hecho una película similar a la de Grey ahora, pero no fue así, no hubo versión fílmica. Y Erica Long se lo merecía, no porque la novela fuera buena (no lo era, y de hecho tardé años en conocerla en una librería de saldos). Erica lo merecía porque era sensualmente hermosa, ella, y uno se imaginaba que contaba sus acciones sexuales.

Erica Jong, joven.
Erica Jong, joven.

Erica era casada (contrajo matrimonio cuatro veces) y escritora y profesora universitaria y, como su protagonista, viaja a Europa. Allí, Isadora Wing en la ficción, escritora, entabla una ardorosa pasión con otro hombre. Eso sí, la protagonisra era, al parecer algo más “ortodoxa” que Grey pero no muy  distanciada de su Anastasia (Dakota Johnson en la película de ahora), más definida por el bondage o BDSM, bastante común hoy en parejas (Importante: siempre les recomendé a mis maduras y lindas alumnas de cine, abogadas y cosas así que miraban con ojos muy abiertos: “Sí, pero con la precaución de conocer a la pareja”. Hoy agrego: vale también para los tipos) .

 

 

 

 

                                También hay que mencionar la tan rechazada por las mujeres “Emmanuel”, primero novela y después, en 1973, película con Sylvia Kristel, actriz tan vilipendiada -todo lo contrario que con Anastasia y Grey- como adorada por muchos varones. Krystel no era mala actriz y sin embargo murió condenada a esa serie de filmes de erotismo o porno re-soft, llenos de brumas y artificiosidades del francés Just Jenkins, de imágenes tan adoptadas  hoy por las revistas fashion francesas, inglesas y canadienses, con Vogue a la cabeza (aún no se dieron cuenta aquí, o no lo permiten, y las modelos de pasarela y aún las botineras de almanaque y pechos siliconados lo consideran temerario o porno, no conveniente para sus carreras. Hoy, las mejores, como Kate Moss, Anja Rubik, Edita Vilkeviciute, Milla Jovovich, Naomí Campbell, etc. ya casi no desfilan sino que semanalmente posan desnudas en revistas de cultura y moda, o moda y cultura. A la pobre

Silvia Krystel
Sylvia Kristel

Silvia Krystel, cuya muerte en Amsterdam hace poco fue lamentada por cinéfilos con cierta válida nostalgia, la repudiaron y yo mismo -dedicado al cine- solo la reconocí tardíamente, un error que tanto me recalcaba Carlitos Fragueiro, también crítico de cine y apreciado secretario de redacción en el diario El DIA. A Fragueiro, el primer cahierista argentino, con la inicial y única revista tipo Cahiers du Cinema nacional, le parecía fascinante el mundo refinado (a mi entender, como dije, artificioso) de Just Jenkins. Reconozco que el francés en materia de bondage fue un adelantado en el cine comercial del oeste, un modo de oponerse también al rudo comunismo soviético, que del original e ideológico “amor libre” y revolución sexual pasó de inmediato a la rigidez puritana estalinista. (Se puede indagar seriamente un poco más en http://undryable14.rssing.com/chan-8443900/all_p1.html)

 

 

 

 

AMILCAR MORETTI. Modelo: Florencia María Davidovich. Viernes 27 febrero 2015, publicación. Argentina.
AMILCAR MORETTI. Modelo: Florencia María Davidovich. Viernes 27 febrero 2015, publicación. Argentina.

 

 

Modelo: FLORENCIA MARÍA DAVIDOVICH

 

 

 

 

                           Con sustancial diferencia de las películas mencionadas aquí y en otras publicaciones, es posible hacer una lista muy seria de filmes dramáticos y hasta trágicos de las últimas décadas con condimento fetichista, autoerotismo y bondage o sado-maso. Casi todas obras mayores. Pero no es más que mejor adorno para volver sobre la anodina “50 sombras de Grey”. No niego la injerencia del filme en la ampliación y enriquecimiento de la conciencia sexual y erótica de las mujeres, su público principal hoy, aunque no estoy muy seguro de las virtudes que le adjudica Eva Giberti  en su nota del miércoles último (ttp://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-266819-2015-02-25.html) . Cierto es que además de la decisión de permitirse verla esta clase de productos cumple una función parecida (en realidad la inicia casi siempre el cine) a la de la televisión cuando se vincula con temas como lo sexual, en general visión con perspectiva anatomista y biologicista, y no me refiero (solo) a la exhibición de nalgas duras y pechos siliconados.

 

                             Sucede que por un lado estas expresiones televisivas, y otras más serias (e infrecuentes) implican para el público una información que no obtiene por otros medios o soportes. Se trata de público -la gran mayoría de la población- que no lee y cuando lo hace no sabe bien qué elegir, más aún en temas que requieren tratamiento especializado y/o estético, en general de comprensión compleja. Por otro, introduce una poderosa cuña conservadora y retardataria, al menos en el mediano plazo. Pasa claramente con lo “sexual” o lo “erótico” en el caso de Tinelli, que del primer y fugaz desenfado pasó a consolidar un mirar petrificado y puramente contemplativo que no significa asistencia para la comunicación sexual afectiva y/o recreativa y afectiva en la cama real.

 

 

 

Foto por AMILCAR MORETTI. Viernes 27 febrero 2015, publicación. Argentina.
Foto por AMILCAR MORETTI. Viernes 27 febrero 2015, publicación. Argentina.

 

 

 

 

                         La sexualidad y el sexo son formaciones  en las que inciden muchos factores y una película que digiere temas típicos del porno y lo hace presentable para el público femenino no iniciado (en el cine, al menos)  tiene consecuencias contradictorias en la vida real, de avance y de retroceso y a veces hasta de crucial desentendimiento. Pero sí, es un comienzo. Lo porno clásico puede proporcionar cierta información válida pero en la medida en que todo tiende a reducirse a eso conlleva el peligro de situacionar todo, en la vida real, sobre lo anatómico y biológico, lo mecánico, dado que en esencia -y no siempre en la práctica- el placer sexual del cuerpo también es afectivo y emocional. Esto permanece aún no comprendido del todo en las parejas argentinas reales (y más aún en las europeas, como las francesas, hoy en retroceso conservador)   que, en este período de libertad democrática, tienen la oportunidad de adoptar el sexo afectivo o la afectividad sexual, sin imprescindibilidad del “amor” ( a la manera del siglo XII europeo) aunque sí, siempre, con necesidad no cumplida de creación y recreación.

 

 

                 Si no hay espectáculo como el negocio del espectáculo, si no hay negocio como el negocio del espectáculo, bien puede decirse que no hay -potencialmente- creación y recreación como la unión sexual de los cuerpos con afectividad y ternura. No hay más completa forma de la amistad, que incluye la amistad, claro. Los varones masculinos ignoran, y las mujeres ni saben, creo que con más vacío en estas últimas, pero, en cualquier caso, en igual plano. Las mujeres han tragado el verso discursivo de lo patriarcal. Y solo pueden liberarse mediante la iniciativa protagónica del sexo como creación y recreación. Es posible -ya lo he dicho- que hoy lo más rico sea la “diversidad sexual”, pero a costa de una reducción alarmante de la heterosexualidad creativa y recreativa, y aún de la herosexualidad misma. Son las mujeres las que deben encarar el camino para liberarse y liberar a los tipos, con tendencia prostibularia siempre latente.

 

 

 

El tema da para mucho más y quizás lo siga; hay algunos estímulos como el artículo mencionado, aunque también desconfíe de ello porque todos salpicamos agua para el molino del capitalismo cultural financiero.

 

 

Dakota Johnson en "50 sombras de Grey·
Dakota Johnson en “50 sombras de Grey·

 

 

 

 

AMILCAR MORETTI. Modelo. Florencia Maria Davidovich. 27 febrero 2015, publicación. Argentina.
AMILCAR MORETTI. Modelo. Florencia Maria Davidovich. 27 febrero 2015, publicación. Argentina.

 

 

 

 

 

AMILCAR MORETTI. Modelo: Iara Pacha. 27 febrero 2015, publicación. Argentina.
AMILCAR MORETTI. Modelo: Iara Pacha. 27 febrero 2015, publicación. Argentina.

 

 

 

 

 

 

AMILCAR MORETTI. Viernes 27 febrero 2015, publicación. Argentina.
AMILCAR MORETTI. Viernes 27 febrero 2015, publicación. Argentina.

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