EMBRUJADO, MOLESTO, DESCONCERTADO
Modelo: ROWINA PRETO, compañera venezolana, del mestizaje del gran Chávez y Maduro.
¿POR QUÉ SOLO FOTOGRAFÍAS DE DESNUDO FEMENINO?
Escribe
AMÍLCAR MORETTI
Desnudo de mujer. ¿Por qué, me pregunta don Carlos? ¿Por qué solo…? Sí, el tema intriga a muchos, y no se animan a preguntarme. Una modelo, una piba de 20 años, algo desequilibrada emocionalmente, una vez me preguntó lo mismo por primera vez. Era la tercera o cuarta oportunidad en que posaba para mí. “¿Por qué lo hacés?”, se dio vuelta desnuda y me recusó. “¿Qué cosa?”, repregunté. “Lo de las fotos”. “Ah -le dije al toque, como me salió-, para conocer a la mujer. Para mí es una intriga, no sé lo que es…”. Intenté seguir explicándole, extenderme pero me paró en seco mientras se alejaba lenta y desnuda con balanceo de tacos hacia mi casa: “No, no, no hace falta, está bien.” Había entendido, pienso. La recibió Cris, escribiendo. (Creo que ya lo conté, bueno, pero la literatura se hace de repeticiones: nuevas versiones de lo mismo esencial)
BEWITCHED, BOTHERED & BEWILDERED
Te cuento Carlos una curiosidad o paradoja: muchas chicas que vienen y posan para mí desnudas, se escandalizan -al menos al principio-, y se indignan porque “sea casado y saque fotos de mujeres desnudas”. ¡Flor de tensión y contradicción para ellas! Explicámela. Hoy, hay una, muy bella (no hermosa ni linda sino bella) y serena, que el primer día que vino, a los 20 años, totalmente desnuda y mostrando los genitales sin problemas y sin que se lo pidiese, me “retó” porque sacaba fotos de mujeres desnudas en mi casa. Una clase de moralina. Y en bolas. Hoy, tres años después, viene a casa y anda desnuda como no andará en la suya, delante mío y de Cristina. Después de un tiempo no sentís nada en lo genital, aunque te (me) enamore. Santoro me dice que a ellas suelen gustarles en la situación de fotos los tipos de nuestra edad porque -dicen ellas- se sienten más seguras. ¡Guarda, no son boludas!, pero yo no me confiaría tanto. En verdad, creo que con un pendejo lindo fotógrafo sienten ellas también miedo por lo que vayan a sentir y de lugar a que se las cojan sin tenerlo previsto. Es un tema muy serio, grave: aunque parezca lo contrario, “se puede hacer” pero “no se puede hablar”. Nombrarlo, ¡nunca! El fabuloso poder revelador de la palabra. Muchas chicas me han dicho: “Bueno, si pasa, pasa”, pero “planificarlo, planearlos antes, ¡No!”. Eso sería de “putas”. Extraño y peligroso, ¿no? Se puede chupar la pija, pero no decir en las circunstancias adecuadas “me gustaría chuparte la pija”.
El asunto es que yo siempre teoricé y reflexioné todo antes: en materia de genitalidad, también a los quince con Cris. 40 años usando forro, hablado antes. Cuando los jóvenes aún no tenían relaciones “pre-matrimoniales” (¡una antigüedad! la misma denominación). Y creo que la gran dificultad del humano subyace ahí. Todo es sexual así como todo es político. Después, y de ahí, viene lo económico y lo social.
Saco fotos solo de desnudo femenino porque es una forma de expresar mi ignorancia e intriga por el ser mujer. En ese sentido (y otros sentidos) Lacan predicaba que “la mujer no existe” (algo así como: lo que no existe es la noción que el varón tiene de la mujer). La mujer, salvo, crisis neurótica grave no se pregunta que es ser mujer. Lo es y listo. Por eso no me convence eso de que ellas la tengan peor que nosotros, no sé. Lo que pasa es que los tipos la meten y las embarazan y las abandonan. Y no solo eso: si lo planteás hablándolo, te dicen que sos un “degenerado” o si te “creíste que ella es una puta”. Se tragaron el verso patriarcal que muchas de ellas combaten. Combaten y se lo creen. Y nosotros, más o menos lo mismo pero al revés. Todos estamos salpicados. El capitalismo es una fuerza inagotable de energía y renovación. Salvo Marx y otros pocos, no hay socialistas tan inteligentes como el capitalismo.
Hay una película de Francois Truffaut, el cineasta que más me gusta aún, que se llama “El hombre que amaba a las mujeres”. Hace años que no la veo, es de los 70, pero tengo el libro que Truffaut escribió contando la película. El protagonista es un gran seductor, una tras otra, y las quiere a todas, sincero, muy sincero, no engaña, él de verdad siente que las ama a todas. ¿Sabés cómo termina? La película y el personaje terminan así: lo atropella y lo mata un auto cuando cruza una calle y se descuida al darse vuelta para ver el movimiento de las caderas y taconeo de una mujer en primavera. Al entierro van todas, sin conocerse. Las únicas. (Esto también ya lo conté. Es que nos ilusionamos tanto con Truffaut; ahora hay en Buenos Aires dos obras de teatro que revelan esa ilusión. Pero fue linda.)
Pero en este momento, lo principal: ¿sabés que dice el mismo Truffaut del personaje? “Sucede que (nombre del protagonista) nunca tuvo suerte con su madre”. Y lo cagó: siempre sintió que la madre no estaba seducida por él. Bueno, eso me pasó a mí. Era el único que iba a visitarla en su lecho de muerte, ¡el único!, y aún así me agraviaba y agredía muy jodido. Buscaba hacerme pelota. Y a veces lo lograba. O lo logró. Pero siempre me recuperé, y le y me decía a mí mismo: “No vas a lograr destruirme. Me voy a defender y primero vas a morir vos para que yo sea libre”. Y se murió primero, a los 90, pero se murió antes, y yo me sentí muy aliviado. Y hago cosas que en vida de ella no me permitía. Una mujer que se mantenía fuerte a fuerza de odio.
El otro día le contaba a un obizpo protestante, amigo de mi infancia, que el odio suele ser muy fuerte y gran motivador para grandes cosas. El tipo, acostumbrado a predicar el “amor”, abría los ojos alarmado: hasta que le dije, “fue gracias a ese odio que el pueblo ruso masacró en su territorio y resto de Europa a los nazis”, los mataban y violaban a todos. No dejaron a nadie con vida después de las atrocidades y los 20 millones de muertos que habían sufrido. Odio, gran fuerza. El obizpo lo aceptó. Nunca lo había escuchado. Tal vez ese odio en los iraquíes, afganos, libios, iraníes, sirios salven al mundo destruyendo a Estados Unidos, o haciendo que se destruyan a sí mismos. Los “bárbaros”. No hay que olvidar que los “bárbaros” en el siglo 5 fueron los que destruyeron al Imperio Romano de siete siglos, mucho más culto, expandido y poderoso que el norteamericano.
Y las chicas desnudas ante mis ojos son las únicas que me devuelven y me dan entusiasmo y ganas de vivir.
Y eso es todo, o solo una pequeñita parte. Y el resto es nada. No hay nada más allá de eso, y estamos por destruirlo.
Un abrazo.
Amílcar
“Desnudo de mujer” es una linda película de principios de los 80 dirigida y actuada por el gran Nino Manfredi (con Alberto Lattuada, nada menos) sobre un artesano romano que descubre en Venecia una gran fotografía en blanco y negro de un desnudo de mujer. Está en un palacio atelier de esos que hay tantos en Venecia, y la imagen es igual a la de su esposa, la también grande Eleonora Giorgi. Se interesa, surgen celos por esa imagen expresiva de una mujer bella desnuda recostada sobre unas telas. Busca y rebusca hasta que, un buen día, se cruza en las callecitas sinuosas venecianas con una modelo y chica de la calle -también Eleonora- quien, en apariencia, ha sido la joven que posó. Manfredi se desvive, se vuelve a enamorar, pero no queda nunca conforme ni convencido, siempre lo ataca la duda sobre qué o quién es esa mujer, qué es la MUJER. ¿Qué significa? Y en eso ha de quedar en la ciudad de Casanova, quien tenía éxitos y grandes padecimientos porque tampoco las entendía, sólo las amaba. Eso y la política, en la que le fue tan mal.
Como siempre, ERÓTICA DE LA CULTURA agradece a YOUTUBE y sus colaboradores.
BEWITCHED – Rod Stewart & Cher
Actualizado el 6 de diciembre de 2008
Dedicado a una persona muy especial, con un gusto excepcional para el cine, la música y sobre todo porque me ha demostrado lo buen amigo que es al tener un corazón enorme.
GRACIAS POR TODO.
AQUI TIENES TU TIERRA.
– VA POR TI AMIGO JARRELANA –
“Bewitched, Bothered & Bewildered”, de Rod Stewart featuring Cher (iTunes)
Rod Stewart
