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Segunda parte: EL TEMOR Y LA PERCEPCIÓN DE UN MAL FINAL CRECEN EN EL 51% OFICIALISTA DE AQUEL DICIEMBRE DEL 2015 QUE, AÚN SIN ARREPENTIMIENTOS, SUFRAGÓ POR LAS POLÍTICAS DEL ELECTO EN ARGENTINA. Escribe Amílcar Moretti

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            Hoy en Argentina lo destacable y novedoso es que amplísimas porciones del 51% oficialista de aquel diciembre del 2015 que votó al electo y sus políticas, aún ahora sin reconocimiento del error cometido y sin explicitaciones de argumentos claros, tocadas por los ajustes, desventajas y carencias que desearon para otros más débiles, sienten y viven desde hace ya un tiempo en la incertidumbre, el miedo y la sospecha, percepción o evidencias de que nada marcha bien y de que ha de terminar mal, muy mal, digo, un colapso social  mortífero. El drama. Más preciso aún, fúnebre, digo, lo trágico. La Muerte, de algo o de muchos. 

 

 

EN TORNO A LA BURRERÍA DE LA CLASE MEDIA ARGENTINA DEL 51% DE AQUEL FIN DEL 2015

 

 

 

 

 

Escribe
AMILCAR MORETTI

 

 

                      Para empeorar la quiebra y cierre forzados de las fábricas y producción argentinas, la dos terceras partes de lo pedido prestado (deuda externa)no se ha invertido en fábricas, como se prometió, y por el contrario se ha fugado con destinos imprecisos para favorecer elites de especulación financiera no reconocibles con claridad y nunca imputables. Hay movilizaciones multitudinarias en las calles de Buenos Aires y ciudades importantes muy activas en simultáneo con el creciente desaliento social-político, con oscilaciones en proporciones cambiantes entre las grandes exteriorizaciones de descontento y las abundantes muestras individuales de ira, furia, indignación, denuncia vociferante y algunas incitaciones a acciones reactivas drásticas aunque, por fortuna, no realizables -hasta ahora- y sin eco masivo.

 

 

                Hablo aquí del temor y la percepción de desastre inminente que se ha apoderado de buena parte de las clases medias que votaron con el 51 % (responsable) las políticas del electo argentino (más de 12 millones de sufragantes entre 25 millones de electores). No apostaría a un cambio en los valores sociales y políticos sustentados por este 51%, sino a que han comenzado a ser víctimas de modo progresivo y cada vez más abarcativo y amplio de los perjuicios de una política para minorías que excluye al mercado interno, el consumo, a los pequeños comerciantes y profesionales y los buenos salarios para poder consumir y activar la economía. El gobierno, en realidad, anunció siempre el “enfriamiento” de la economía: es decir, menos producción interna y para eso se han bajaron los salarios o, lo que es lo mismo, estos han visto en menos de año y medio reducido en un 60 o 70 % su capacidad de compra y consumo.

      

            La conclusión más común desde siempre en los sectores opositores políticamente activados reza: “Este modelo (económico de exclusión social) no cierra sin represión social”. El cavallo-menemismo, antecedente de lo votado por el 51%, sostuvo un modelo igual durante la década de los noventa sin tener que apelar a intolerables represiones masivas violentas. En los años noventa se apeló con más frecuencia al soborno y a ciertos “paliativos” sociales que actuaban como sobornos, comprensibles muchas veces por las necesidades acuciantes de amplios sectores de excluidos. La corrupción, inseparable de estos esquemas económicos neoliberales pasó de no denunciada y transcurrir desapercibida por la mayoría hasta la justificación cínica y la exhibición obscena en muchos casos, tal como sucede en países con mayor grado de deterioro y descomposición, como México, Honduras, Paraguay y Colombia y, en los últimos tiempos, en Brasil tras el golpe de estado institucional contra Dilma Rousseff.

 

 

    Pero en el caso de Argentina con el alto porcentaje de “ingenuos” responsables del 51% que apoyó al electo a fines del 2015, el asunto es distinto. Por un lado es probable que los actuales malhumor y  descontento, confesados con diferentes grados de explicitud y silenciamiento rumiante, obedezca a una simple razón de mezquindad y conveniencia individualista deleznable más allá de cualquier enjuiciamiento purista y moralista sobre esta última actitud. Dicho más claro: gran parte de ese 51% oficialista de fines del 2015 hoy está en estado de malestar porque les ha tocado a ella, porque los perjuicios comprende ya también a esa masa “oficialista”. Hasta hora, si los recortes de presupuestos y gastos sociales o en ingresos no afectaba a gran parte del antiguo 51% del electo, no se mostraba mayor disposición para preocuparse por los ya muchos sí afectados, en infinidad de casos en situación de indigencia o pobreza y aún con encarcelamiento sin comprobación de cargos por delitos que todos saben inexistentes: me refiero a la activista social Milagro Sala.

 

 

(CONTINÚA)

 

iMAGEN POR amilcar moretti. 23 de abril 2017. Buenos Aires, Barrio de San Telmo.
Foto por AMILCAR MORETTI. 23 de abril 2017. Buenos Aires, Barrio de San Telmo.

 

 

YO SOY LA MUERTE EL GRAN COMBO KARAOKE

ENJAMA MUSIC

Publicado el 14 oct. 2013

Karaoke yo soy la muerte del Gran Combo de Puerto Rico

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Categoría: Música

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“La Muerte”, de Estudio K L 

 

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