PURO CUENTO

 

ESTAS FICCIONALES DE MIJI

 

 

 

Y eso sí, tu indulgencia no tiene límites para conmigo. Y arriba te debo favor de 40 años. Hoy no encuentro a ninguno ni ninguna de la misma clase de acciones. Hablo de gente de 20, 25 años. Y si los ayudás, no falta quien te devuelve pedrada quizás por envidia, por sentirse débiles y solo aptos para ser ayudados y saberse sin fuerzas para ayudar. En eso, les doy envidia. ¡Fijate vos qué cosa más extraña el humano! A veces, hasta se convierte en mierda. Como una vez me dijo una modelo (desnuda) de Brasil (que estudiaba medicina gratis aquí): “No sirve ni para abono”, me dijo de no sé quien. Bueno, hay gente que ni para abono sirve. Hay una palabra para eso, no recuerdo ahora cuál es, cuál utilizó aquella modelo desnuda.

 

 

 

 

          Este el comentario de anoche que al compañero y amigo CARLOS DÍAZ, oriundo de Rojas, le suscitó una nota mía, un posteo de hace unos pocos días, sobre las modelos bellas y desnudas que votan con el 51% y no saben ni lo que hicieron ni para qué arco patearon. SI HAY ALGO QUE ME RESULTA INTOLERABLE SON LAS BURRAS. Intolerante de burras, soy. No me vengan con que también hay burros: “Pero claro que sí, burros, pelotudos y a veces violentos, torturadores en patota. O grandotes patovicas acorazados o no que merecen su David. El hondazo de David. 

        (NO ME BANCO ESE “FEMINISMO” CONFUSO, DE

BARRIO INFORMADO A PURA TV, O DE OPINIÓN

APURADA DE ZONZO SUELTO. NO ME BANCO ESE

FEMINISMO QUE ES NADA MÁS QUE EL INVENTO QUE

LE DIO DE COMER EL CAPITALISMO PATRIARCAL, LA

“CREACIÓN HILLARY” (¿HASTA AHORA QUÉ OTRO

CAPITALISMO HAY? ¿O VAN A CREAR UN

CAPITALISMO FEMINISTA? DESDE YA ME CAGO EN

ÉL.)

    Va el comentario de Díaz sobre mi posteo:

 

 

MACA, SILVIA, LÚMPENES, NO ES QUE SE VOTÓ EN CONTRA DE CRISTINA, USTEDES Y EL 51% VOTARON POR UN GOBIERNO PARA RICOS. ¿O NO SABÍAS QUIÉN ERA MACRI O LA SEGUIDORA SRA. STOLBIZER?

 

https://moretticulturaeros.com.ar/maca-silvia-lumpenes-no-es-que-se-voto-en-contra-de-cristina-votaron-por-un-gobierno-para-ricos-o-no-sabias-quien-era-macri-o-la-seguidora-sra-stolbizer/

 

 

Este es:

 

   “No me quiero ensañar con tus musas. Pero repito algo lo que dije otras veces: no hacía falta hacer estudios universitarios para evaluar la realidad política y lo que podía pasar. Con tener en cuenta al bolillo, al estómago y leer Crónica o ver Crónica TV, bastaba.

“Ahora, si la cuestión es por envidia femenina o, peor, por machismo femenino, entonces cagamos.”

 

 

 

 

LO PERSONAL ES POLÍTICO (SI LEVANTO ESTA MANO,

SOY RESPONSABLE. SI NO LA LEVANTO, SOY

RESPONSABLE)

 

 

201.220.18.196  

Enviado el 27/11/2016 a las 5:47 pm | En respuesta a Carlos Diaz.

 

 

 

Escribe
AMILCAR MORETTI

 

 

 

                      No temas. No temas gran amigo y compañero, comprensivo e indulgente con mis entusiasmos, arrebatos e impulsividades.

 

 

 

 

                   No tenemos, vos y yo, amables discrepancias o diferencias. Y si las hubiera, tu indulgencia siempre es mayor, esa facilidad tuya -para conmigo- de atenuar y dejar pasar momentos ríspidos o conceptos que, sin saberlo yo, pueden llegar a herirte o herir. Vos sabés que yo siento que te debo favores, favores que son el doble quizás de la acción visible cumplida por vos en su momento, dado que se ejecutaron en tiempos y circunstancias de crueldad y HORROR no repetidos en Argentina (AÚN, AUNQUE SIEMPRE EN CIERNES DE REITERACIÓN OMINOSA). Habrá que ver este siglo XXI que recién empieza, con chicos a veces, y en porciones entusiastas y confusas por igual y a la vez, sin información de los caminos errados a no transitar de nuevo.

 

 

 

 

                      ¡Cómo es la vida! Yo adhiero a la propuesta (¿o ahora simple eslogan? ¡OJO!) de las primeras chicas feministas de los años 60: LO PERSONAL ES POLÍTICO.

Esto tiene vigencia seas o no político. Si sos funcionario vale más aún, porque ponés en juego el interés público. Es pública y revelada la conducta de un juez gay que concurría a un prostíbulo homosexual: fue grabado y publicado cuando “alquien”, “algo” lo decidió para domesticarlo, o mejor, para tenerlo de servidor, servidor todo servicio, a veces en gobiernos que hemos querido.

 

(Al respecto, en cuanto a mí -fijate vos: ¡una mujer revolucionaria que había estado en el castigo del exilio y fue fervorosa y audíble -¡qué audible era!-, me reprochó por ese tipo mi supuesta “homofobia” (no se animó a taparme con esa palabra, tal vez sabedora de mis no miedos si de respuestas al mismo nivel se trata, respuestas mías algunas veces reveladoras de secretos, aunque la Dama venga acompañada de varón. Había sufrido el exilio, sí, que no se lo deseo a nadie, pero estaba ligada a comerciante de la Plata, y le debe haber dado los morlacos necesarios -a mí no me alcanzaba ni para un boleto a Berisso. Y después, ya en alfonsinismo, o por ahí, la ví sentada en la falda de un conocido actor chileno, dramático él, que ya se murió. Algo aludí en una nota de época, en el diario EL DIA de La Plata, porque me parecía una película. Aún estaba muy buena, ella, en esa época. Ahora hace tiempo que no la veo, pero los añosd pasan y los fulgores se acabaron. No obstante, me chusmearon, ligó en silencio con alguna estadía en país amigo, país de “negros”, ja.

 

 

 

 

               En fin, que se me suelta la lengua, me da rienda la memoria y me importa un carajo nada. En cuanto a lo otro, si me agarrás con bronca, que me abunda en estos tiempos, desde hace un año, voy a pegarte in que te des cuenta, yo en cana, pero vos con quijada corrida, un ojo menos o el tabique roto. Cuando era pibe, peleador callejero, me dedicaba al tabique. Es muy sangriento. Un poco de espectáculo pero no te deja nock-out. La carretila afuera sí, esa te noquea. Te aguanto cuando quieras dos vueltas en guantes de dos por uno. ¿Casás (CAZÁS) la onda? No me hinches las bolas.

 

 

 

            AL FIN Y AL CABO NO TE VAS A CREER TODO ESTO. ESTAS SON LAS FICCIONALIDADES DE MIJI, QUE SE VAN ESCRIBIENDO. Y SEGUIRÁN. FIJATE QUE LA OTRA NOCHE SOÑÉ, SOÑÉ TE DIGO, DE QUE COMO SOS UN SORETE NO ME DISGUSTA EN EL SUEÑO PEGARTE TRES TIROS POR LA ESPALDA, CON FIERRO REGISTRADO. LO SOÑÉ. ME HABÍAS PEGADO, ERAS MÁS PESADO. TE ESPERÉ A LOS DÍAS Y TE DÍ TRES O CUATRO TIROS POR LA ESPALDA. AL CUARTO SE TE AFLOJARON LAS RODILLAS. LO SOÑÉ. PURA FANTASÍA, APENAS ESCRITURA. LITERATURA. NO HAY NADA ESO. PARECE PESADO, UN POCO DURO, PERO ES FICCIÓN).

 

 

 

 

 

 

 

                     Bueno, pero antes de abandonar a este detestable juez gay en prostíbulo en el que pagaba (¿o empleaba?) chongos (cada uno con sus gustos, ha (“ha” de haber, digo), eso no lo juzgo y no es lo mío), no dejo de recordar que al parecer tenía intereses “accionarios” en el establecimiento. Bueno, el tipo hizo de servidor desde el menemismo en adelante hasta que lo “jubilaron” y dio rienda suelta a lo que deseaba. (Y aquí lo felicito, la única ación buena de su vida pública que, al menos, yo le conozco: bailar cumbia. Juez de cumbia. Lástima la jubilación, tan alta y que no paguen impuestos los de su rubro).

 

 

                   Y SÍ, LO PERSONAL ES POLÍTICO. Si en tu vida personal hacés ciertas cosas, las permitís, mirás para otro lado mientras ocurren, te hacés el burro, ESO TE DEFINE NO SOLO COMO PERSONA SINO QUE DELATA TUS IDEAS POLÍTICAS, O al menos HASTA DÓNDE LLEGAN Y QUÉ RAÍCES TIENEN -FUERTES O PODRIDAS-. Nadie es perfecto, ni yo quiero serlo, imposible. Pero al menos, un poco de vergüenza.

                Sucede que los que fueron votados por el 51% (51% ahora en renegación de LO QUE SUFRAGÓ. 51% RE-NEGADO, ES DECIR, QUE VUELVE NEGAR LO QUE HIZO. 51% RE-NIEGA SU RESPONSABILIDAD. LA NIEGA Y LA VUELVE A NEGAR, RE-NIEGA), esos en banda que fueron “SUFRAGADOS”, digo yo (porque votar solo vota el ciudadano (miembro de Comunidad Organizada) o el Pueblo (si hay Estado), BUENO, ESE GRUPO INSTRUMENTAL ELECTO POR EL IPERDONABLE  51% ha logrado que cada uno HAGA CON SU CONDUCTA PERSONAL ALGO BIEN POLÍTICO. POLÍTICO PARA BENEFICIO DEL GRUPO INSTRUMENTAL Y LA BANCA Y LA DEUDA BICICLETA DE CASI YA 70 MIL MILLONES DE DÓLARES, NUEVOS DÓLARES QUE DEBEMOS AHORA TODOS, Y QUE HABRÁ QUE PAGAR CON ALTÍSIMOS INTERESES. Porque el 51% que “no sabía”. FIJATE, NO SABÍA. ¿QUÉ MIERDA NO SABÍA? ¿QUÉ MAS HACÍA FALTA SABER? 

 

 

 

 

                       Si alguien en su vida personal hace ciertas cosas, es probable que las repita en su vida política.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                          El otro día leí por ahí que hay tres planos: LO PRIVADO, LO PÚBLICO Y LO ÍNTIMO. Lo único tuyo tuyo tuyo tuyo es lo íntimo (aunque yo, últimamente, ya hastiado, me he propuesto no ser ofendido ni agraviado por burras y burros, tampoco cultos: VISIBILIZO TODO, aunque aún así todavía por ahora les respete un grado de pudor, para no destruirlos. Pero no me insulten ni me ofendan ni me agravien. Si eso sucede, me atengo solo a lo escrito, al contrato escrito y en cuanto al pacto tácito, no hablado, no acordado de intimidad, dejo de atenerme a él. Si no hay reciprocidad, devuelvo y a veces puedo imaginar ser de los generales que persiguen al adversario hasta destruirlo, a veces, digo. Dicen que San Martín no era de esos. Dicen que hay dos tipos de grandes generales estrategas ganadores de batallas y guerras: los que derrotan al enemigo y dejan que huya en dispersión el resto de los vencidos, por piedad. Y los que vencen al enemigo, que una vez derrotado es perseguido y exterminado. Dicen que San Martín era de los primeros. Está bien, él era, es el SANTO DE LA ESPADA, creo que según los mitristas.

 

 

 

 

 

                      Debo confesar que la santidad no es uno de mis estados, al menos permanente. A veces, me pongo malo. Y a veces me considero puritano. No hace mucho ayudé a un trabajador de máquina cosechadora que, vencido por el cansancio, el hambre y la sed, cayó desvanecido en la vereda, cerca de la terminal de ómnibus de La Plata. Anochecía. Pasaba la gente a su lado y no se detenía.

 

 

 

 

            Cerca había un kiosco abierto, con luces en la vidriera, caramelos y pirulines. Pero nada. el hombre con su bolso desvanecido en la acera. Me detengo, me pongo en cuclillas, le palmeo el rostro. Alguien más entonces se acerca. Le ordeno: “Andá al kiosco y trae una botella de agua”. Duda, pero va. Sale la propietaria del kiosco y se me acerca, con las manos vacías: “Traé agua”, le ordeno. Un silencio. “No te preocupés, yo la pago. Y un chocolate para que agarre fuerza. ¿No ves que está desvanecido de fatiga?”. Obedecen. Vienen dos chicas del kiosco. Se suma, creo, algún curioso más. El hombre despierta. Le doy de beber y le digo que coma el chocolatín. Lo hace, se recupera y se recuesta en el árbol de la vereda: le acerco el bolso. Me dice que viene del centro de la provincia, que trabajó conduciendo una cosechadora y que no le pagaron. Que ya no tiene ni un peso. Que vive no recuerdo en qué distrito del Gran Buenos Aires. “Me espera mi mujer y mis dos hijitas. Y yo no traigo un peso”, llora en confesión. “Me da vergüenza”, solloza.

 

 

 

 

 

                       “¿Vergüenza de qué?”, lo reto. “Bueno, no te preocupes. Yo te acompaño a la terminal de ómnibus y buscamos el ómnibus que te lleve. Vos no te preocupés. Solo caminá que te ayudo”. Al rato está de pie y camina sin ayuda. Caminamos y charlamos, ya de noche, unas cuadras. Pregunto en la terminal casi a los gritos que ómnibus va a ese distrito. Me indican. Voy, saco pasaje y pago. Le digo: “Necesitás agua y un sánguche”. Se lo pago en el mostrador de la confitería que está ahí. Lo sacan de debajo de una de esas escafandras de vidrio que nunca comprendí. Lo acompaño al andén y lo subo al ómnibus. “Dormí, comete el sanguche de a poco, para no vomitar que hace dos días que no comés. Y no dejes de tomar líquido. Estás deshidratado, hermano”.

 

 

 

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              Sale la propietaria del kiosco y se me acerca, con las manos vacías: “Traé agua”, le ordeno. Un silencio. “No te preocupés, yo la pago. Y un chocolate para que agarre fuerza. ¿No ves que está desvanecido de fatiga?”. Obedecen. Vienen dos chicas del kiosco. Se suma, creo, algún curioso más. El hombre despierta. Le doy de beber y le digo que coma el chocolatín. Lo hace, se recupera y se recuesta en el árbol de la vereda: le acerco el bolso. Me dice que viene del centro de la provincia, que trabajó conduciendo una cosechadora y que no le pagaron. Que ya no tiene ni un peso. Que vive no recuerdo en qué distrito del Gran Buenos Aires. “Me espera mi mujer y mis dos hijitas. Y yo no traigo un peso”, llora en confesión. “Me da vergüenza”, solloza.

 

 

 

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               El hombre llora y me quiere besar las manos. Me molesto, le digo que no, que no haga eso. “Yo solo te dí 400 pesos, y menos mal que los llevaba encima”. Espero hasta que se vaya el ómnibus. Parte y me saluda desde la ventanilla. Y la puta madre: me olvidé el nombre y apellido y el partido del cuál era. me hubiera gustado saber si llegó bien. “Andá”, recuerdo que le repetí, “nada de vergüenza. Tu mujer y tus hijas te esperan. Sin vos no tienen a nadie. Te necesitan, con o sin plata”. Ah, cuando a la media hora me acerqué al kiosco les pregunté cuánto era lo consumido, agua y el chocolate. Les dio vergúenza a las pibas. Se miraron entre ellas y me dijeron que nada. Que no era nada. Creo que esto ya lo conté.

 

 

 

 

                     Y bueno, esto no me hace santo. Pero dos horas más tarde, cuando llegué a casa, me sentía San Martín.

 

 

 

 

 

                      Y eso sí, amigo, tu indulgencia no tiene límites para conmigo. Y arriba te debo favor de 40 años. Hoy no encuentro a ninguno ni ninguna con la misma clase de acciones. Hablo de gente de 20, 25 años. Y si los ayudás, no falta quien te devuelve pedrada quizás por envidia, por sentirse débiles y solo aptos para ser ayudados y saberse sin fuerzas para ayudar. En eso, les doy envidia. ¡Fijate vos qué cosa más extraña el humano! A veces, hasta se convierte en mierda. Como una vez me dijo una modelo (desnuda) de Brasil (que estudiaba medicina gratis aquí): “No sirve ni para abono”, me dijo de no sé quien. Bueno, hay gente que ni para abono sirve. Hay una palabra para eso, no recuerdo ahora cuál es, cuál utilizó aquella modelo desnuda.

 

 

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               Hoy no encuentro a ninguno ni ninguna con la misma clase de acciones. Hablo de gente de 20, 25 años. Y si los ayudás, no falta quien te devuelve pedrada quizás por envidia, por sentirse débiles y solo aptos para ser ayudados y saberse sin fuerzas para ayudar. En eso, les doy envidia. ¡Fijate vos qué cosa más extraña el humano! A veces, hasta se convierte en mierda. Como una vez me dijo una modelo (desnuda) de Brasil (que estudiaba medicina gratis aquí): “No sirve ni para abono”, me dijo de no sé quien. Bueno, hay gente que ni para abono sirve. Hay una palabra para eso, no recuerdo ahora cuál es, cuál utilizó aquella modelo desnuda.

 

 

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Un abrazo.

AMILCAR